Las características realistas del cuento "En la montaña" de Pedro Castera y su comparación crítica de la ciudad y el campo.
En la Montaña es un cuento escrito por Pedro Castera y viene incluido en el libro Las Minas y los Mineros publicado en el año de 1882, escrito con un lenguaje sencillo y coloquial
En el cuento de Pedro Castera podemos encontrar varios elementos realistas y por que no decirlo con su toque naturalista, explicado de manera general el realismo pretende recrear minuciosa, objetivamente y no idealizada la realidad, en cuanto al naturalismo, presenta un ser humano determinado por la herencia genética y se encarga de reproducir la realidad cruda y detallada. Una de las características realistas más sobresaliente es la crítica que hace de la gente en la ciudad y destaca su aprecio por la gente del campo y su comportamiento algo que define al realismo hispanoamericano. Este ensayo estará enfocado en la critica social que se puede notar en este cuento de su autor para completar la información se tomará en cuenta el ensayo " Impresiones y recuerdos: la otra mirada al romanticismo en Pedro Castera" elaborado por Mariana Flores Monroy, el texto de El naturalismo en México de María Guadalupe Barragán y como principal apoyo La Novela Popular Mexicana en el siglo XIX escrito por Alberto Villegas Cedillo.
Tomando en consideración lo escrito en el prologo de Luis Mario Schneider, Ignacio Manuel Altamirano se expresa sobre la literatura de Castera "es la muestra de una literatura estrictamente mexicana, la cual retrata un mundo que nunca antes había sido expuesto como lo hace Castera". Pedro Castera toma como personajes principales a dos pueblerinos que habitan en Jocotitlá, un pueblecito ubicado en el límite que divide al estado de Guerrero y el estado de México. Personajes con rasgos característicos de la gente indígena con un habla coloquial y vestimenta colorida como lo son sus paisajes.
El autor empieza describiendo la ubicación del pueblito con esa descripción finamente detallada de los realistas con espacios muy abiertos:
"El pueblecillo se encuentra situado en una colina suavemente accidentada, rodeado por selvas vírgenes y salvajes y por enormes montañas que cambian de matices y de coloridos según la altura a que les hiere el sol" (Castera,1987;159)
Después describe las casas difuminas a lo largo de las montañas:
"...casi todas las casas están pintadas de color blanco mate y cubiertas por tejados rojos medio ocultos por festones de hiedras, campanillas azules y otras enredaderas; cada una de aquellas chozas tiene un pequeño jardín..."(Casrera,1987;159)
Nos describe como visten las mujeres en ese pueblo capturando la esencia del lugar y sus tradiciones:
"Cubiertas con eso trajes ridículos para nuestras ciudades y vistosísimos para el campo, de colores vividos tales como el amarillo y el rojo, el azul y el verde más oscuro; movible y brillante del follaje de la selva" (Castera,1987;160).
El narrador en primera persona del singular es muy importante en el cuento ya que nos muestra la postura del escritor con respecto a esta idea del progreso y le da fuerza a la crítica que esta plasmada, y hace la primera comparación de este modo:
"Sólo en las ciudades se encuentra gente inhospitalaria; la del campo, y particularmente la serrana, es franca, abierta y de un carácter que no tiene doblez; todos aquellos seres para los que yo creía ser un extraño, me recibieron como si fuese de su familia o de sus amigos mas íntimos" (Castera,1987;160).
La descripción de la pareja de personajes principales es representativa de los mexicanos o indígenas de piel morena y cabello negro:
"La novia era una joven morena de unos veinte años, de formas exuberantes y mórbidas, de mejillas sonrosada y frescas, labios rojos y húmedos, y con un par de ojos negros, rasgados y grandes.... El cabello era negro también, pero apenas se le veía por la cantidad de flores que la adornaban... las manos y los pies pequeñísimos; en una palabra, la muchacha era preciosa" (Castera,1987;160).
"Él era un hombre de treinta años, robusto, fuerte, de formas atléticas, y feo. A la muchacha la llamaban La coralillo; a él, no lo recuerdo" (Castera,1987;160).
En el cuento predominan las descripciones del tiempo y el paisaje como presagio de que algo malo ocurrirá ya que este se encuentra nublado:
"No puedo definir que tristeza tan vaga y tan profunda se apodera de toda la naturaleza que se despide sollozamente del foco de la luz; pero lo cierto es que todas las tardes observo lo mismo, y cada vez me produce una impresión mas fuerte y una tristeza mayor" (Castera,1987;161).
Menciona al pintor holandés Rembrandt cuando describe la casita donde se ha quedado a dormir el narrador como en un cuadro que por cierto semeja un espacio serrado y pequeño:
"Una gran pieza formada de tablones mal unidos, por cuyas hendeduras se filtraba un aire húmedo y frío, trozos de leña chisporroteado en la chimenea y despidiendo una luz rojiza, algunas camas, muchas armas y una mesa con una enorme ponchera que despedía azuladas llamas, formaban el fondo del cuadro (Castera,1987;162).
El narrador de nueva cuenta nos introduce a esta comparación pero más explicada y en esta ya más notoria la critica social en cuanto a la gente de la ciudad:
"todos los compañeros que me rodeaban tenían sus familias en la capital; prescindían de sus comodidades, de sus goces domésticos, de todos sus sentimientos, para no dejar a otras manos la explotación de los tesoros que les sugería una imaginación aguijoneada por una inmensa codicia" (Castera,1987;162)
Este es el punto culminante en el que el autor nos muestra esta idea de querer dar a conocer al mundo lo equivocados que se encuentran rodeados de tantos lujos, por los que se olvidan de ser hombres con sentimientos humildes y se vuelven salvajes avariciosos y codiciosos materialistas. El autor nos describe también a las personas ignorantes que viven en los pueblos y que trabajan tan duro para ganarse el sustento con humildad, pero esta vez no les da prioridad ya que los realistas son moralizantes con toda la intención de cambiar la situación:
"En cambio de la dulce paz de un hogar tranquilo, la fiebre de la ambición, la inquietud del peligro, la fatiga del trabajo y la lucha sorda de las pasiones que se desencadenaba en aquello seres, mas violenta que la que rugía en el exterior" (Castera,1987;162)
pero también expresa su preocupación por estas dos situaciones: "¡Triste condición la de buscar con afán riquezas en vez de inteligencia, tesoros en vez de corazón!" es una frase que realmente da mucho que pensar y reflexionar puesto que la situación en México no andaba nada bien incluso en la actualidad en México la educación no ha mejorado. Para el autor aparte del contenido moralizante y la intención de mostrar a los mexicanos lo que conlleva nuestra cultura, en el cuento menciona a dios pero esta vez no como critica, si no como algo que complementa al hombre humilde y al reflexivo como lo es en este caso el narrador y como dios es parte de la naturaleza:
"aspiraba efluvios eléctricos y aromas divinos y sentía brotar en mi interior un cántico de juventud, un himno de vida y un nombre que apenas me atrevía a balbucir, un nombre todo perfume y todo luz: Dios" (Castera,1987;164).
Luego de reflexionar nos muestra una escena naturalista de una realidad cruda de la pareja que se había casado, pues toda la noche había estado lloviendo y se había desgajado el cerro sepultándolos, la fuerza de la naturaleza es algo que el hombre no puede controlar solo dios, también nos da una muestra del habla coloquial:"-Nada, siñor amo: Dios lo dispuso ansina; el agua tan juerte redumbó el terrero y con las piedritas los dos se muriron" y enseguida viene la descripción mas estremecedora del cuento:
"la joven se encontraba denuda y tendida encima de un sarape, cubierta ligeramente con un pedazo de manta ensangrentada; se había quedado descubierta y dejaba entrever algunas contusiones fuertes; el cráneo estaba hecho pedazos por algún trozo de roca, y se conocía que no se había aún quitado sus adornos de la cabeza, porque entre los cabellos se veían los sesos mezclados con las flores marchitas y deshojadas ya"(Castera,1987;164).
En conclusión Pedro Castera se preocupa por demostrar sus inquietudes y lo hace de una manera hermosa combinando la naturaleza, la cultura, las tradiciones, los paisajes y las descripciones minuciosas por el bien de una mente crítica puesto que su crítica se dirige a la sociedad, el se despide el narrador en este cuento con un final intrigante pero certero y poético:
"...me parece oír muy cerca de mí un rumor sonoro, de besos, de suspiros, de ayes de languidez, que terminan en una especie de melodía dulcísima y en un ¡ay! de dolor..." (Castera,1987:165)
Bibliografía
María Guadalupe García Barragán. El naturalismo en México, Universidad Autónoma de México, México, 1979
Las minas y los mineros, ed. y pról. De Luis Mario Schneider, México. Universidad Nacional Autónoma de México, 1987.
Alberto Villegas Cedillo. La Novela Popular Mexicana en el siglo XIX, Universidad Autónoma de Nuevo León, 1984.
Mariana Flores Monroy, Impresiones y recuerdos: la otra mirada al romanticismo en Pedro Castera. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes.
2 comentarios:
Muy bien la introducción de Altamirano y Schneider. Ahora, cuidado: a la serie de citas textuales tiene que corresponderle siempre, una argumentación TUYA. El ensayo da una muy buena introducción, pero después se vuelve un enlistado de citas. Interpreta cada cita. No tiene caso que la menciones y la dejes ahí volando: tienes que obtener el sentido de cada una para así llegar a tu conclusión.
Muy bien la introducción de Altamirano y Schneider. Ahora, cuidado: a la serie de citas textuales tiene que corresponderle siempre, una argumentación TUYA. El ensayo da una muy buena introducción, pero después se vuelve un enlistado de citas. Interpreta cada cita. No tiene caso que la menciones y la dejes ahí volando: tienes que obtener el sentido de cada una para así llegar a tu conclusión.
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