El tridente de la soledad atravesó los limites del paraíso en el que se encontraba mi mundo, ya no ahí refugio en el que la contaminación no provoque nauseas en el estupor de la vitalidad, no ahí ocaso que refleje menos necesidad y menos delirio lloroso que esta constelación, pero las luces avanzan Hacia el infinito sin tener que topar con rocas, caminare por el sendero que me guíe lejos de tus pasos y vea desaparecer la sombra que te persigue.
Hovanna Antonio López
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